En este día tan especial, comienzan los encierros más famosos en todo el mundo, conocidos como “Los Sanfermines”. Pero el pistoletazo de salida lo da el famoso “chupinazo”, el día 6 de julio, durando estas fiestas hasta el 14 de julio. ¡Viva San Fermín!
La capital se transforma en una explosión de vida y miles de personas de todo el mundo inundan esta ciudad que se tiñe de blanco y rojo.
En Despedidas BIG, hemos querido investigar un poco su historia y trasmitírosla de la mejor manera posible porque estas fiestas no son solo juerga, sino también tradición y cultura.
¿Quién fue San Fermín?
Pues se trataba del hijo del jefazo romano de Pamplona. Un cura francés que estaba de visita en San Saturnino, le convirtió al cristianismo. Por lo que se fue a Toulouse (Francia) a hacer un máster de obispo y volvió para liberar al pueblo trabajador de sus supersticiones. Luego regresó a Francia y llevó al buen camino a miles de paganos, quedándose en Amiens. Debió de tener problemas con las autoridades, porque acabó torturado y degollado.
Su cuerpo está en Amiens, aunque muchos trozos fueron repartidos por ahí como reliquias, en Pamplona hay tres. Con estos antecedentes es poco ironía que le dieran su nombre a una bacanal famosa en todo el mundo, pero así es la vida.
Como hemos dicho antes, no todo es juerga en estas fechas, ya que se realiza una bonita procesión el día de su onomástica. El santo, en agradecimiento, hace de doblador en los encierros: es el famoso “capotico de San Fermín”.
Actividades en los Sanfermines
El Encierro es el único momento del día en el que la fiesta se contiene y la tensión invade la ciudad, minutos antes de que los toros inicien su carrera tras los mozos. Un estallido de sensaciones culmina en la Plaza de Toros. La fiesta continúa con el «caldico», el chocolate con churros, los Gigantes y Cabezudos, el aperitivo, la corrida de toros o los fuegos artificiales, que dan paso a la algarabía nocturna.
Y tras la fiesta… llega la calma. Después de conocer estas universales fiestas, qué mejor manera de disfrutar de ese merecido descanso que acercarse a alguna de las zonas más acogedoras de Navarra. Os recomendamos los verdes Pirineos navarros, los frondosos bosques de robles y hayas o disfrutar del río. También podéis ir al sur para disfrutar del calor de sus gentes, de los platos de la huerta del Ebro y de las llanuras bajo un sol radiante.
