Ya tenemos aquí la Navidad y con ella los excesos en la comida y en la dieta. Posiblemente estemos comiendo alimentos que sin saberlo, o sí pero lo ignoramos, están ayudando a que envejezcamos de forma más rápida. Por eso, estos alimentos que envejecen hay que tomarlos en la menor medida de lo posible si queremos seguir aparentando un aspecto joven.
Alimentos que envejecen
Lo primero de lo que hay olvidarse es de las malvadas bebidas azucaradas. A parte de que fomentan la obesidad y la diabetes tipo II, se ha demostrado en un estudio que tomar dos latas de estas bebidas provocan cambios en el ADN, haciendo que se acorte su estructura, y provocando un envejecimiento equivalentes a tener 4 años y medio de más.
La sal es otro enemigo para nuestra piel. Ya se sabe que eleva la tensión arterial, y por eso se recomienda que su uso sea muy limitado. Este aumento produce que la piel pierda la elasticidad propia de la edad, ayudando a la aparición de las arrugas. Muchos de los alimentos procesados son los que contienen gran cantidad de sal, por eso no vale solo con no echarle sal a la comida, sino que hay que tener cuidado con ellos en otro tipo de alimentos. Entre ellos se encuentran los embutidos, el queso, el pan y los platos precocinados y congelados.
El azúcar tampoco es bueno, por eso hay que controlar las comidas que lleven mucha. Un exceso es fatal para nuestro organismo y nuestra piel, haciendo que también pierda elasticidad, ademas de los problemas que ya vimos con las bebidas azucaradas. Pero, como en el caso de la sal, son muchos los productos que consumimos que llevan gran cantidad de azúcar y que no nos damos apenas cuenta. Cualquier tipo de snacks, yogures, salsas, cereales, galletas e incluso cualquier producto que ponga «light» son muy propensos a dar rienda suelta a la aparición de las arrugas.
El picante, como todo en exceso no es nada beneficioso para la salud. Produce la dilatación de los vasos sanguíneos y en algunos casos pueden incluso llegar a romperse, dejando huella en nuestra piel.
Las famosas grasas trans las encontramos en casi todos los alimentos procesados, la bollería industrial, las patatas fritas, algunos tipos de galletas y snacks. A parte de que engordan con apenas mirarlos, pueden aumentar el riego de padecer depresión. Además producen la obstrucción de las arterias y el endurecimiento de los vasos sanguíneos aumenta la probabilidad de padecer problemas coronarios.