Madrugar nos cuesta a todos y quien diga que no, miente. Por eso mismo vamos a contaros algunos trucos para llevar lo mejor posible eso de abandonar a nuestra cama y sin que nos cueste tanto. Los mejores consejos para madrugar.
Los mejores consejos para madrugar
No hay que retrasar el despertador. Aunque nos encanta arañar minutos para no hacer frente a un nuevo día en realidad lo que hacemos es posponer lo inevitable. Nos engañamos creyendo que durante ese tiempo vamos a recuperar el final de aquel sueño sin saber cómo termina o que en esos minutos vamos a descansar más de lo que hemos descansado durante el resto de la noche, pero NO. Lo que hay que hacer es poner el despertador en un lugar que nos obligue a levantarnos para apagarlo y así no tener la tentación de volver a acostarnos.
Piensa en positivo. Es lo más importante. Saber que tienes la oportunidad de disfrutar de un nuevo día para hacer todas esas cosas que tienes pendientes o ver a las personas que quieres es la gran motivación para levantarse cada mañana, y si es con una sonrisa, mejor que mejor.
Lo incluimos en nuestra rutina diaria pero al lavarnos la cara lo tenemos que hacer con agua fría, sí, aunque sea invierno. Se ha demostrado que quienes se lavan así están menos cansados durante el resto del día y más frescos.
No a la oscuridad total en la habitación. Para madrugar es mejor que las cortinas o las persianas permitan dejar entrar la luz según va amaneciendo, así nuestro cerebro lo relaciona con el despertar y se acostumbra poco a poco a ello.
Muévete. Por la mañana es el momento ideal para practicar deporte, ya que estamos descansados y nos hará activar tanto el cuerpo como la mente para así afrontar un nuevo día con la energía necesaria.
Haz la cama antes de salir. Este hábito, a parte de alegrar a tu pareja o a tu madre, dará por finalizado el ciclo del descanso y tu mente ya no pensará en volver a ese lugar tan calentito que te acoge siempre con los brazos abiertos.
Beber agua. La falta de agua en nuestro organismo nos hace despertar más cansados y menos activos. Por ello, lo ideal es beberse un vaso de agua antes de irnos a la cama y otro al levantarnos.
Hazte a la idea. Cuando estés en la cama por la noche piensa en lo que tienes que hacer por la mañana y que tienes que madrugar, así el cuerpo ya estará preparado y será menos duro.
Reorganízate. Reparte tus tareas a lo largo del día, ya que si lo haces todo en las primeras horas se te hará más difícil afrontarlo.
Mantener el horario sábados y domingos. Aprovechamos los fines de semana para dormir todo el tiempo que no hemos podido el resto de la semana por madrugar. Pero lo hacemos mal. Hay que intentar mantener el horario para que, cuando vuelva a ser lunes, no se nos haga tan pesado.
Si seguís estas consejos para madrugar, notareis como poco a poco os va a costar menos levantaros de la cama. ¡A aprovechar el día!