Uno de los momentos más bonitos y quizás más estresantes cuando se prepara una boda es que la novia elija su vestido. Por esa razón tiene que tener muy claro quien debe acompañarla a la prueba del vestido, pero sobre todo, quien NO debe ir con ella si no quiere que le saquen de quicio o se vaya echa un manojo de nervios. La novia tiene su vestido ideal en la cabeza y por eso, gente que te quite esa idea no es buena acompañante.
Malos acompañantes a la prueba del vestido
Todo depende de la relación que tengas con tu familia, pero si la relación no es nada más allá que cordial, evítalos. Abuelas, tías o incluso la madre o la suegra son personas con alto poder de convicción y pueden arruinarte el día con sus gustos nada parecidos a los tuyos. No te dejes convencer.
Por supuesto, ni que decir tiene que te olvides de ir con esas primas o amigas envidiosas, donde solo sacarán defectos a todos los vestidos, y parece que no, pero tantos comentarios negativos, terminan por desmotivarte y alejarte de tu vestido soñado gracias a esa gente.
Lo mejor es que vayas acompañada de poca gente, como mucho de 3 personas más, con las que mejor relación se tenga y con las que sabes que te darán solo buenos consejos. Por eso olvídate de todo el grupo de amigas y de la líder del grupo (si no lo eres tú) ya que querrán quitarte el protagonismo en ese momento tan importante y decidir por ti en todo lo relacionado con tu boda.
Y por último, pero no menos importante, no invites a aquellas mujeres ajetreadas, porque son capaces de hacerte cambiar la cita de tu prueba mil veces solo porque no les viene bien o que se pasan todo el rato con el móvil pegado a la oreja haciendo perder el tiempo a todo el mundo.